La ansiedad y la depresión en los niños

Puntos clave

  • Aunque los miedos y las preocupaciones son típicos de los niños, las formas persistentes o extremas del miedo y la tristeza podrían deberse a ansiedad o depresión.
  • Si le preocupa que su hijo tenga ansiedad o depresión, el primer paso es hablar con un proveedor de atención médica, como el médico de atención primaria de su hijo o un especialista de salud mental, sobre la posibilidad de hacerle una evaluación.
Salud mental de los niños, depresión

Información general

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Muchos niños tienen miedos y preocupaciones y pueden sentirse tristes y desesperanzados de vez en cuando. Pueden aparecer miedos fuertes en diferentes momentos del desarrollo. Por ejemplo, los niños pequeños a menudo se pueden angustiar mucho por estar lejos de sus padres, incluso si están seguros y atendidos. Aunque los miedos y las preocupaciones son típicos de los niños, las formas persistentes o extremas del miedo y la tristeza podrían deberse a ansiedad o depresión. Debido a que los síntomas involucran principalmente pensamientos y sentimientos, a veces se los llama trastornos de internalización.

Signos y síntomas

Ansiedad

Cuando un niño no supera los miedos y preocupaciones típicos de los niños pequeños, o cuando tiene tantos miedos y preocupaciones que interfieren en la escuela, el hogar o las actividades de recreación, se le podría diagnosticar un trastorno de ansiedad. La ansiedad no es un solo trastorno, sino más bien una categoría de condiciones.

  • Trastorno de ansiedad de separación: tener mucho miedo al estar lejos de los padres, a veces miedo extremo ante la posibilidad de separarse.
  • Fobias: sentir un miedo extremo acerca de una situación o algo específico, como los perros, los insectos o ir al médico.
  • Trastorno de ansiedad social: tener mucho miedo de ir a lugares donde hay gente, como la escuela.
  • Trastorno de ansiedad generalizada: sentir ansiedades y preocupaciones excesivas y continuas que son difíciles de controlar e interfieren en las actividades del día a día, pero que no se relacionan necesariamente con una situación o contexto específico en particular.
  • Trastorno de pánico: presentar repetidos episodios de miedo intenso, repentino e inesperado, que se producen con síntomas como palpitaciones del corazón o dificultad para respirar, o sentirse mareado, tembloroso o sudoroso.

La ansiedad puede presentarse en forma de miedo o preocupación, pero también puede causar irritabilidad y enojo en los niños. Los síntomas de la ansiedad también pueden incluir dificultad para dormir, además de síntomas físicos como fatiga, dolores de cabeza o dolores de estómago. Algunos niños ansiosos no comunican sus preocupaciones y, por lo tanto, los síntomas pueden pasar desapercibidos.

Depresión

Sentirse triste o desesperanzado de vez en cuando es parte de la vida de todos los niños. Sin embargo, algunos niños sienten tristeza o falta de interés en las cosas que antes solían disfrutar, o se sienten indefensos o desesperanzados en situaciones que tienen la capacidad de cambiar. Cuando los niños sienten tristeza y desesperanza persistentes, se les podría diagnosticar depresión. Al igual que la ansiedad, la depresión no es un solo trastorno sino una categoría de condiciones. El trastorno depresivo mayor es el más común.

Algunos ejemplos de comportamientos que a menudo se ven en los niños con depresión incluyen:

  • Tristeza, desesperanza o irritabilidad la mayor parte del tiempo.
  • No querer hacer o disfrutar cosas divertidas.
  • Cambios en los patrones de alimentación: comer mucho más o mucho menos de lo habitual.
  • Cambios en los patrones del sueño: dormir mucho más o mucho menos de lo normal.
  • Cambios en el nivel de energía: sentirse cansado y sin fuerzas o tenso e inquieto la mayor parte del tiempo.
  • Tener dificultad para prestar atención.
  • Sentirse despreciable, inútil o culpable.
  • Mostrar comportamientos autodestructivos o de autolesionamiento.

La depresión extrema puede hacer que un niño piense en el suicidio o planee suicidarse. En los jóvenes de 10 a 14 años, el suicidio es la segunda causa principal de muerte.[[1]]

Algunos niños quizás no hablen acerca de sus pensamientos de desesperanza o de sentirse indefensos, y es posible que no parezcan estar tristes. La depresión también podría hacer que el niño cause problemas o actúe sin motivación, de manera que los demás quizás no noten que está deprimido o lo cataloguen incorrectamente como problemático o perezoso. La depresión también puede hacer que los niños se muestren irritables o enojados. La depresión y la ansiedad suelen coexistir en los niños, los adolescentes y los adultos.

Manejo de los síntomas: mantenerse saludable

La buena salud física y mental es importante para todos los niños y es particularmente importante para los niños con depresión o ansiedad. Además de recibir el tratamiento adecuado, practicar hábitos de estilo de vida saludables puede ayudar con el manejo de los síntomas de depresión o ansiedad. Estos son algunos comportamientos saludables que podrían ayudar:

  • Tener un plan de alimentación saludable centrado en frutas, verduras, granos enteros, legumbres (por ejemplo, frijoles, arvejas y lentejas), fuentes de proteína magras, y frutos secos y semillas.
  • Hacer actividad física al menos 60 minutos al día.
  • Dormir la cantidad de horas recomendada cada noche según la edad.
  • Practicar técnicas de conciencia plena o relajación.

Tratamiento para la ansiedad y la depresión

El primer paso para el tratamiento es hablar con un proveedor de atención médica, como el médico de atención primaria de su hijo o un especialista en salud mental, sobre la posibilidad de hacerle una evaluación.

  • El Grupo de Trabajo sobre Servicios Preventivos de los Estados Unidos recomienda hacer preguntas para la detección de la ansiedad en los niños de 8 a 18 años y la depresión en los adolescentes de 12 a 18 años.
  • Algunos de los signos y síntomas de la ansiedad o depresión en los niños podrían deberse a otras condiciones médicas, como un trauma.
  • Es importante que se haga una evaluación meticulosa para obtener el mejor diagnóstico y tratamiento.
  • La consulta con un proveedor de atención médica puede ayudar a determinar si se deben incluir medicamentos como parte del tratamiento.

Los profesionales de salud mental pueden crear un plan de terapia que funcione bien para el niño y su familia.

  • La terapia conductual incluye la terapia infantil, la terapia familiar o una combinación de ambas. La escuela también puede incluirse en el plan de tratamiento. En el caso de los niños muy pequeños, la participación de los padres en el tratamiento es clave.
  • La terapia cognitivo-conductual es una forma de terapia que se usa para tratar la ansiedad o la depresión, en particular en los niños mayores. Ayuda a que los niños cambien los pensamientos negativos por una forma de pensar más positiva y eficaz, lo cual conduce a comportamientos más efectivos.
  • La terapia conductual para tratar la ansiedad puede incluir ayudar a los niños a enfrentar y manejar los síntomas de la ansiedad, mientras los expone gradualmente a sus propios miedos a fin de ayudarlos a aprender que no suceden "cosas malas".

Los tratamientos también pueden incluir varias maneras de ayudarlos a sentirse menos estresados y estar más saludables, como con alimentos nutritivos, actividad física, suficientes horas de sueño, rutinas predecibles y apoyo social.

Obtenga ayuda para encontrar tratamiento

Los pediatras y otros profesionales de atención médica que interactúan regularmente con niños pueden ayudar a apoyar la salud mental de los niños y trabajar con las familias para identificar cuándo se necesita un especialista para la obtención de un diagnóstico y tratamiento. Para encontrar un pediatra cerca de usted, visite HealthyChildren.org, un servicio de la organización profesional de la Academia Estadounidense de Pediatría (AAP).

Las familias también pueden buscar remisiones para consultar a un proveedor de salud mental a través de múltiples vías, incluidos la escuela del niño, un proveedor de atención primaria o el seguro médico. También pueden preguntarles a familiares o amigos de confianza que puedan tener experiencia con proveedores en el área.

Si necesita cobertura de seguro, obtenga más información sobre cómo inscribirse en Medicaid, el Programa de Seguro Médico para Niños (CHIP) o un plan del Mercado de Seguros en HealthCare.gov. Si su hijo no reúne los requisitos para recibir cobertura de seguro médico, puede obtener atención médica a bajo costo en un centro de salud comunitario cercano.

Especialistas de salud mental

Estas son algunas herramientas adicionales para encontrar un proveedor de atención médica que esté familiarizado con las opciones de tratamiento:

Qué están haciendo los CDC

Prevención

No se sabe exactamente por qué algunos niños presentan ansiedad o depresión. Varios factores podrían contribuir, incluidos su biología y temperamento. Sin embargo, también se sabe que algunos niños tienen más probabilidades de presentar ansiedad o depresión cuando tienen trauma o estrés; sufren violencia, maltrato o abandono; son objeto de acoso o rechazo por parte de otros niños o cuando sus propios padres tienen ansiedad o depresión.

Aunque estos factores parecen aumentar el riesgo de que los niños presenten ansiedad o depresión, existen maneras de reducir las probabilidades. Infórmese sobre los enfoques de salud pública para prevenir estos riesgos:

Recursos