Puntos clave
- No es raro que los niños a veces discutan, sean agresivos o actúen de manera desafiante o con enojo con adultos y compañeros.
- Se puede diagnosticar un trastorno de conducta cuando estos comportamientos disruptivos son inusuales para la edad del niño, persisten a lo largo del tiempo o son graves.
- Es importante iniciar el tratamiento de manera temprana para los problemas de la conducta y este es más eficaz si se adapta a las necesidades específicas del niño y la familia.

Información general
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A veces los niños discuten, son agresivos o actúan de manera desafiante o con enojo con los adultos y compañeros. Se puede diagnosticar un trastorno de conducta cuando estos comportamientos disruptivos son inusuales para la edad del niño, persisten a lo largo del tiempo o son graves. Debido a que los trastornos de comportamiento disruptivo implican portarse mal y mostrar un comportamiento no deseado con los demás, a menudo se los llama trastornos de externalización. Hay dos tipos de trastornos de comportamiento disruptivo: el trastorno de oposición desafiante y el trastorno de comportamiento disocial.
Signos y síntomas
Trastorno de oposición desafiante
Cuando un niño se porta mal en forma persistente, de tal manera que causa serios problemas en la casa, la escuela o con los compañeros, se le podría diagnosticar el trastorno de oposición desafiante (ODD, por sus siglas en inglés). El trastorno de oposición desafiante generalmente comienza antes de los 8 años de edad, pero no después de los 12 años. Los niños con trastorno de oposición desafiante tienen más probabilidades de presentar una actitud desafiante o de oposición con las personas que conocen bien, como sus familiares, las personas que los cuidan habitualmente o los maestros. Todos los niños pondrán a prueba los límites de vez en cuando, y eso es parte de un desarrollo saludable; no significa necesariamente que el niño tenga el trastorno de oposición desafiante. Los niños con el trastorno de oposición desafiante muestran estos comportamientos con más frecuencia que los otros niños de su edad, y su comportamiento tiene un efecto negativo en su funcionamiento diario o en su relación con los adultos o sus compañeros.
Algunos ejemplos de conductas del trastorno de oposición desafiante son:
- Estar enojado o perder los estribos con frecuencia.
- Discutir frecuentemente con los adultos o negarse a cumplir con sus reglas o a hacer lo que le piden.
- Mostrar resentimiento o rencor con frecuencia.
- Molestar deliberadamente a los demás o molestarse con ellos con frecuencia.
- Culpar a los demás a menudo por sus propios errores o mal comportamiento.
Trastorno de comportamiento disocial
Se diagnostica el trastorno de comportamiento disocial cuando un niño muestra un patrón continuo de agresión hacia los demás, y violaciones graves de las reglas y las normas sociales en la casa, la escuela y con otros niños. Estas violaciones de las reglas pueden implicar quebrantar la ley y, como consecuencia, terminar en un arresto. Los niños con el trastorno de comportamiento disocial tienen más probabilidades de lesionarse, y podrían tener dificultad para llevarse bien con los otros niños. El trastorno de comportamiento disocial generalmente se presenta en la adolescencia —aunque puede diagnosticarse antes— y puede persistir hasta fines de la adolescencia. Algunos niños con el trastorno de oposición desafiante pueden presentar el trastorno de comportamiento disocial.
Algunos ejemplos de comportamientos relacionados con el trastorno de comportamiento disocial incluyen:
- Violar reglas importantes, como escaparse de la casa, salir por la noche cuando se le dijo que no lo hiciera o faltar a la escuela.
- Mostrarse agresivo con las personas y los animales de una manera que causa daño, como acosar a otros niños, pelear o ser cruel con los animales.
- Dañar intencionalmente las cosas de los demás o provocar incendios a propósito.
- Robar, mentir o entrar en casas o negocios sin permiso.
Manejo de los síntomas: mantenerse saludable
La buena salud física y mental es importante para todos los niños y puede ser particularmente importante para aquellos con problemas del comportamiento o la conducta. Además de la terapia conductual y la medicación, practicar ciertos hábitos de estilo de vida saludables podría reducir los comportamientos problemáticos y disruptivos que su hijo podría tener. Estos son algunos comportamientos saludables que podrían ayudar:
- Hacer actividad física regularmente, lo que incluye ejercicio aeróbico y vigoroso.
- Tener una alimentación saludable centrada en frutas, verduras, granos enteros, legumbres (por ejemplo, frijoles, arvejas y lentejas), fuentes de proteína magras, y frutos secos y semillas.
- Dormir la cantidad de horas recomendada cada noche según su edad.
- Fortalecer las relaciones con los familiares, los amigos y la comunidad.
Tratamiento para los trastornos de comportamiento disruptivo
Es importante comenzar temprano el tratamiento para el trastorno de oposición desafiante y el trastorno de comportamiento disocial. El tratamiento es más eficaz si se adapta a las necesidades particulares del niño y la familia. El primer paso del tratamiento es hablar con un proveedor de atención médica. Puede que se necesite una evaluación integral realizada por un profesional de salud mental para obtener el diagnóstico correcto.
Algunos de los signos de problemas de conducta —como no seguir las reglas en la escuela— pueden relacionarse con problemas de aprendizaje que quizás necesiten una intervención adicional. En el caso de los niños pequeños, el tratamiento con evidencia científica más sólida es la capacitación de los padres en terapia del comportamiento o conductual. En esta capacitación, el terapeuta ayuda a los padres a aprender formas eficaces de reaccionar al comportamiento del niño y de fortalecer la relación padre-hijo. En el caso de los niños en edad escolar y los adolescentes, un tratamiento eficaz que se usa a menudo es una combinación de capacitación y terapia que incluye al niño, la familia y la escuela.
Obtenga ayuda para encontrar tratamiento
Los pediatras y otros profesionales de atención médica que interactúan regularmente con niños pueden ayudar a apoyar la salud mental de los niños y trabajar con las familias para identificar cuándo se necesita un especialista para la obtención de un diagnóstico y tratamiento. Para encontrar un pediatra cerca de usted, visite HealthyChildren.org, un servicio de la organización profesional de la Academia Estadounidense de Pediatría (AAP).
Las familias también pueden buscar remisiones para consultar a un proveedor de salud mental a través de múltiples vías, incluidos la escuela del niño, un proveedor de atención primaria o el seguro médico. También pueden preguntarles a familiares o amigos de confianza que puedan tener experiencia con proveedores en el área.
Si necesita cobertura de seguro, obtenga más información sobre cómo inscribirse en Medicaid, el Programa de Seguro Médico para Niños (CHIP) o un plan del Mercado de Seguros en HealthCare.gov. Si su hijo no reúne los requisitos para recibir cobertura de seguro médico, puede obtener atención médica a bajo costo en un centro de salud comunitario cercano.
Especialistas de salud mental
Estas son algunas herramientas adicionales para encontrar un proveedor de atención médica que esté familiarizado con las opciones de tratamiento:
- Localizador de Sicólogos (en inglés), un servicio de la organización profesional de la Asociación Estadounidense de Sicología (APA).
- Buscador de Siquiatras para Niños y Adolescentes (en inglés), una herramienta de búsqueda de la Academia Estadounidense de Siquiatría Infantil y de Adolescentes (AACAP).
- Encuentre un Terapeuta Cognitivo-Conductual (en inglés), una herramienta de búsqueda de la Asociación de Terapias Cognitivas y Conductuales.
- Si necesita ayuda para encontrar un establecimiento de tratamiento, visite FindTreatment.gov.
Qué están haciendo los CDC
Prevención
No se sabe exactamente por qué algunos niños presentan trastornos de comportamiento disruptivo. Varios factores podrían contribuir, incluidos los factores biológicos y sociales. Se sabe que los niños están en mayor riesgo cuando son objeto o son testigos de violencia o abandono, o están expuestos a comportamientos delictivos. También están en mayor riesgo cuando son objeto de maltrato, o de una crianza severa o inconstante, o cuando sus padres tienen condiciones de salud mental, como trastornos por consumo de sustancias, depresión o el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH).
Aunque estos factores parecen aumentar el riesgo de que los niños presenten trastornos de comportamiento disruptivo, existen maneras de reducir las probabilidades. Infórmese sobre los enfoques de salud pública para prevenir estos riesgos:
Recursos
- El trastorno de oposición desafiante (en inglés): hoja informativa de la Academia Estadounidense de Siquiatría Infantil y Adolescente (AACAP)
- El trastorno de comportamiento disocial (en inglés): hoja informativa de la AACAP
- Parámetros para la práctica médica (en inglés): directrices de la AACAP para proveedores de atención médica para el diagnóstico y tratamiento de las condiciones de salud mental en niños y adolescentes
- Página de inicio de los CDC sobre la salud mental